AÑO VIEJO AÑO NUEVO.

Otros años por estas fechas solíamos enumerar catástrofes naturales y guerras en el mundo que siempre las ha habido y las hay pero… este año que acaba, viejo achacoso y mal herido, es uno de los peores para la España de los últimos tiempos. En esta lucha constante y feroz de 365 días, ha dejado unos miles más de personas sin trabajo, supresión de pagas para funcionarios, pérdida de poder adquisitivo para pensionistas, desahucios de viviendas de consecuencias funestas; huelgas, manifestaciones protestas y encierros, casi uno por día; ajustes, remodelaciones, regulaciones, reajuste y recortes en los pilares del estado de bienestar de los españoles; todas estas y algunas más son las batallas perdidas en esta guerra llamada crisis.

El día 1 de enero recibiremos al año nuevo no con demasiado entusiasmo, pues todo apunta a que nada más nacer va a estar un poco tocado y sin esperanza de mejora en el ámbito político y económico.

Nos queda lo personal e individual, aunque nada induce al optimismo, si deberíamos tener buenos propósitos en las relaciones humanas para evitar y suprimir en este nuevo año, envidias y rencores, insidias y falsedades, hipocresía y mentiras, avaricia y robo, maltrato y humillación, desprecio y desencuentro, y todo el etcétera necesario para una normal convivencia ¿sería mucho pedir?

Si pido y deseo de todo corazón para vosotros/as mis amigos/as ¡¡salud y bienestar!!

Y en todo caso “Virgencita, que me quede como estoy”