martes, 26 de noviembre de 2013

SI TE ESMERAS UN POCO…


Cuando te vas haciendo viejo eso tiene pocas cosas buenas, pero algunas si, por ejemplo: que lo vas contando y por lo tanto estas vivo y no has muerto joven.  Otra, el hecho de que, si te esmeras un poco, sin duda la experiencia de los años vividos te hace más sabio, por el contrario, si te rindes y te dejas llevar, lo más probable es que acabes siendo un imbécil. Ser más sabio es conocerte mejor, es llegar a encontrar tu lugar en el mundo, es aceptarte y aceptar a los demás, es descubrir la oculta armonía de la vida. Sabio no es tener títulos solamente sino aplicar el conocimiento en bien de otros y de sí mismo. Hay gente que nunca aprendió a leer ni a escribir y es muy sabia en sus acciones o en su manera de vivir. Busca lo "simple", eso es lo "sabio", el resto es adorno y retórica. Es decir, es una sabiduría que creo que te ayuda a ser feliz.

-Aprendo mientras vivo.
-Un hombre sabio aprende más del necio, que el necio del sabio.
-El que pregunta es ignorante hasta que sabe la respuesta, el que no pregunta es tonto siempre  
-Es una pena ser viejo, pero no es viejo todo el que quiere.
-La vejez empezara cuando los recuerdos pesen más que las esperanzas.

Así suele ser el saludo cuando eres joven –Buenos días ¿Cómo estás?
Y así cuando eres viejo – Buenos días, como… ¡estas!?

Me lo podeis prenguntar.

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lunes, 11 de noviembre de 2013

CASUALIDAD



A quien no se le ha dado el caso de que buscando por internet una cosa se encuentre con otra inesperada. Pues bien, yo me he encontrado con una palabra que no conocía y que me ha llamado la atención ¡serendipia! Dicen que es la facultad de hacer descubrimientos afortunados e inesperados por accidente o descubrí algo importante que no tiene que ver con lo que se busca. El ejemplo más tópico sería el de la manzana que muchas personas ven caer de un árbol; un hecho repetido infinidad de veces, pero del que sólo la mente privilegiada y atenta de Isaac Newton fue capaz de extraer su sentido para explicar a partir de ahí nada menos que las leyes de la gravedad.
¿Qué tiene en común la penicilina, el velcro, la dinamita, los microondas…? : ¡La serendipia! suerte, azar, fortuna, carambola, potra, chiripa… que la casualidad ha intervenido decisivamente en muchos de los descubrimientos en todos los campos de la ciencia es algo bien cierto pero, el azar favorece sólo a la mente preparada, para darse cuenta de lo que por unos instantes queda al descubierto, eso es ¡serendipia!