Los recortes económicos en la sanidad pública en España, están
llegando a casos que parecen de menor importancia, pero puede suponer una merma
en la calidad de vida (o algo peor), en los pacientes y usuarios.
Los medicamentos, son una herramienta que utilizan los médicos
para el remedio de ciertas enfermedades, todos tienen contra indicaciones o
efectos adversos (mejor no leer los prospectos), en todo caso es el facultativo
el que valora los beneficios positivos en contraposición a los negativos.
Actualmente, en la Comunidad Valenciana, para reducir gastos
les piden a los médicos que receten las medicinas más baratas. Ellos dicen que
no siempre es posible, que depende de cada de caso. Para animarles a ahorrar,
les darán un incentivo: el medico que de un tratamiento más barato, tendrá un
plus económico.
Ahora bien, de un mismo medicamento (no voy a dar nombres)
se da el caso que existe varias marcas o diferentes nombres, valga este que
pongo como ejemplo, de entre otros muchos. Este supuesto, tiene precios que van
desde 2,34 a 5,20 euros, se entiende que tienen el mismo principio activo o sea
la misma composición química curativa, entonces ¿Por qué esa diferencia? La
cuestión está en los efectos adversos,
pues unos tendrán más que otros, esto hará que a la larga, en enfermedades
crónicas, los efectos secundarios se acumulen produciendo daños colaterales.
No tenemos por qué alarmarnos si confiamos en la deontología
profesional de nuestros médicos. Pero podrán aguantar la presión de los
dirigentes políticos. Cederán en algún momento ante los recortes salariales que
les afecta y la oferta de incentivo y pluses.
Pregunto.
------------------------------------------------------------------
“Me fastidia enormemente la poca información de lo que leo y
eso lo considero grave, porque hace mucho daño el desconocer las cosas”.
Normalmente no suelo responder a los comentarios en mi blog,
más bien tengo por costumbre, corresponder visitando los blog, leer los contenidos y comentar las
publicaciones.
En este caso considero necesario ampliar mi entrada, como
respuesta al malestar ocasionado a mi amigo José y, quiero dejar claro que no
es que me moleste su comentario, más bien es por si no he sabido explicar con
acierto, el sentido de esta publicación.
Para poder orientar este post desde una óptica general, esta
vasado en una información contrastada y
publicada en la Comunidad Valenciana sobre la indicación a los médicos para que
receten el medicamento más barato “Ellos dicen que no
siempre es posible, que depende de cada
de caso”. Subrayo cada palabra porque es donde he apoyado mi
información al respecto.
Ahora bien si para no hacer “daño” con la “poca información”
que aporto, es necesario acudir a nuestros casos particulares, sirva mi
testimonio en el caso de mis esposa, que puede ser tan válido como otro cualquiera
en sentido opuesto: pues bien, en este caso, el cambio de un medicamento, por
otro genérico, para una enfermedad crónica, que viene tomando desde hace
tiempo, supuso un grave problema de salud. Ante la indicación de la Doctora de
que tenía el mismo principio activo, continuo tomándolo, encontrándose cada vez
peor, hasta el extremo de tener que consultar una segunda opinión, dando como
resultado, que volviendo al medicamento anterior su salud se estabilizo.
Todo comentario es de agradecer, y sobre todo hecho con
respeto como en este caso, sirven para contrastar opiniones y descubrir errores
de percepción.
Pero en este caso, creo que no se me puede achacar faltar de
información o desconocimiento y con ello hacer daño, no es esa mi intención,
pues hablo con datos de primera mano y conocimiento de causa.
Por otro lado la palabra “derroche” aplicada al bienestar
social o sanidad pública, a mi entender, tiene ciertas connotaciones políticas,
al emplearla con frecuencia y con cierta ligereza los políticos según convenga. Cuando se logra un bienestar social, los políticos se apuntan el tanto, pero cuando
hay crisis la culpa es de los de siempre, de los usuarios, que hemos
derrochado.
Desde el afecto y admiración
que siento por José, mi profundo respeto
por sus palabras, de las cuales, y que como viejo aprendiz, he sacado consecuencias
positivas.
.