En estos últimos días de primavera, luce en el cielo un
fuerte sol que calienta. Tengo que hacer una parada necesaria (debido a una
dolencia) en el corto paseo de hoy, busco un banco para sentarme a la sombra,
veo uno bajo un pequeño árbol situado frente a la entrada de un mercado, me
siento y, con mirada distraída, observo mucho movimiento de personas,
principalmente señoras, unas bien peinadas y pintadas, con andar pausado y contoneo
femenino, otras con paso rápido, pues se les echa la hora encima y queda mucho
por hacer. Son las doce de la mañana, hora que algunas mujeres (cuando los
niños están en la escuela), aprovechan para hacer compra, distingo a una de ellas, con el
carrito de la compra y un pequeño de corta edad, entra en el mercado llevando
en la mano un monedero no muy abultado. Al cabo de un tiempo sale con él
arrugado, de apariencia semivacío, con la frente sudorosa y decepción en el
semblante, el niño llorando, con la cara embadurnada en una mezcla de caramelo
y lágrimas, ella tira con una mano de su hijo y, con la otra del no muy pesado
carrito (señal de poca carga), aligerando el paso, se dirige a casa después de haber participado en la primera
batalla de ajuste del presupuesto doméstico para poder sobrellevar esta
continua guerra contra la maldita crisis que padece y, sospecho, que ella no será
culpable.
La bolsa, la prima de riesgo, etc. aunque nos afectan directamente, son problemas de los pastores.
ResponderEliminarNosotros, las ovejas, tenemos otros problemas como el paro, los sueldos bajos y poder comer todos los días.
La escena, que tan bien describes, me hace pensar en los juegos de malabares que tiene que hacer una ama de casa para poder darle de comer a la familia todos los días.
Saludos.
Hola José, triste realidad la de nuestra crisis y sin que haya atisbo de solución "de momento".
ResponderEliminarUn abrazo.
Eso les decía en otro blog de un periódico a una gran cantidad que en verdad ellos no saben lo que es pasar crisis. Les aconsejaban que se diesen una vuelta por el mercado y viese lo que compraban las mujeres daban ganas de llorar,escuchar como preguntaban cuanto costaban los boquerones y solo comprar un cuarto porque el presupuesto no da para más.
ResponderEliminarSaludos
Ese monedero de esa mujer que va a la compra es el mejor indicador para saber como están los mercados.
ResponderEliminarUn saludo
Una triste realidad amigo, seguro que lo tenemos muy difícil, sobre todo las amas de casa que tienen que hacer muchos números para llegar a fin de mes.
ResponderEliminarUn abrazo y buen fin de semana.
No, claro que ella no es culpable, lo son otros que tienen los bolsillos llenos del dinero de los contribuidores firzados.
ResponderEliminarEspero que te mejores de ese mal.
Salud
Todos sufrimos la crisis.... sé que unos más y otros menos!!!!! pero lo que me jode es que mientras unos cumplimos, otros roban....!!! es que no puedo con eso, que no puedooooooooooooo!!!! A mejorarseeeeeee!!! besos mil desde Cáceres.
ResponderEliminarMe ha gustado mucho tu apreciación y observación que hiciste de la vida cotidiana de una mujer que va a la compra con el monedero casi vacío, y el niño pequeño llorando porque seguro se le habrá antojado algo y su mamá bastante tiene con poder comprar algo de comida como para comprar chuches, esta es la crisis... la que estamos viviendo cada día, la que nos está oscureciendo los días... los euros no dan de sí, todo es carísimo, no compras nada y se vuelan los euros, pero eso no es todo, es que hay que comer todos los días, y es dificil llegar a mediados como para llegar a fin de mes, y lo peor de todo es para los que estamos en paro, de verdad, es algo terrible, muy duro de sobrellevar esta situación.
ResponderEliminarGracias, José, por esta entrada en la que has reflejado muy bien el día a día de gente normal, lo que nuestros Gobierno desde allí arriba no lo quiere ver.
Un beso.
Hola José , la verdad es que es así esta cruda realidad , yo muchas veces me hago cabalas , pensar en las pobres viudas que por tener que cuidar a sus hijos y atender una casa , vivian solo del suledo del marido , y si este por lo que fuese no tuvo una cotización alta , una vez que el marido fallecio , si solo de pensión tiene 420 euros , de que va a vivir esa pobre anciana , ya que esto es lo que esta pasando hoy día , en mucho hogares de españa , una entrada muy buena he interesante.
ResponderEliminarBesos desde mi baúl de Flor .
Tedeseo un feliz fin de semana , Jose .
Una forma muy interesante de hablar de la cruda realidad que vivimos.
ResponderEliminarUn abrazo
No desaprovechas el paseo para fijarte en aquello que ves y conjugarlo con la situación social tan peliaguda que atravesamos.
ResponderEliminarAbrazos.
Claro que esa pobre mujer no es culpable es una de tantas víctimas de esos desalmados que han probocado esta crisis que parece interminable.Saludos
ResponderEliminarMe ha encantado encontrar este blog tan original. Gracias eres un krac.
ResponderEliminarVer es una cosa, detenerse y observar es otra, me ha gustado tu breve y sencillo análisis de esa observación
ResponderEliminarSalud José y cuidate has los 100 y pico, vale!
Los cambios en las reglas de juego de la economía, pasan a la gente de un pasar llevadero, a víctimas que no pueden cubrir sus necesidades básicas.
ResponderEliminarTe dejo saludos, desde mi Argentina en la que pasamos crisis profundas, tristes, ahora veo con pesar lo que está pasando el pueblo español.
Un abrazo José.
Felicitaciones José por este original enfoque que nos expones sobre esta dichosa crisis, a través de esta cotidiana escena...sin lugar a dudas ella no tiene culpa...ni nosotros! eso sí, nos toca sufrirla...y tanto que sufrirla!
ResponderEliminarUn cordial saludo y feliz semana.
Ramón
Hola José:
ResponderEliminarVengo del blog de Maria Mi pluma de cristal, a felicirtarle por el diseño del montaje de las fotografías de los participantes en el microrelato, en el que también esta mi perfil. Saludos cordiales desde Valencia.
Un abrazo, Montserrat
Ya lo he intentado otras veces, y no me ha dejado ser seguidora, hoy, ¡por fin lo conseguí¡
ResponderEliminarTenía mucho interes,
ME MARAVILLAN TU FOTOS y tus relatos,
enhorabuena
Es tan cruel realdad, ver la crisis desde la tristeza de un carro tan ligero de peso.
QUE BIEN ME HAS TRASLADO al lugar y personajes, me he sentido triste.
Saludos.