Y A LO OTRO ¿COMO LO LLAMAMOS?
Donde esta ese pan redondo de buen tamaño para varias raciones, con olor y sabor a “pan” y que aguanta varios días sin ponerse duro debido a la preparación de la masa y sus ingredientes básicos: harina de trigo, levadura, agua y sal. Hay mucha gente que no conoce el sabor de este pan porque las panaderías artesanales ya no existen, ahora son de carácter industria que cuecen pan en cinco minuto y en agunos casos se vende en maquinas expendedoras.
Probado el pan artesanal nos damos cuenta de la diferencia en textura y sabor comparado con el pan que comemos habitualmente, que cuando vamos a cómpralo a la panadería del barrio y pedimos una barra de pan nos preguntan de que clase, pues existe gran variedad de tipos y formas, y de vez en cuando aparece alguna nueva, que en algunos casos solo tienen el nombre.
Si contabilizamos las clases que se elaboran solo en España es posible que superen las 300 variedades, las mas consumidas y dependiendo de determinadas zonas geográficas suelen ser: la barra normal o “pistola” (como se la conoce en Madrid), la baguette (procedente de Francia), la chapata (Italiana), el tradicional pan Payés (catalán), a parte de, pan de salvado, de soja, de centeno, de cebada… pero lo que me llama la atención es que al entrar a la panadería, raro es el día que no aparece un nuevo “pan”: de cereales, alemán, pan sevillano... apunto aquí algunos de los que he visto últimamente, pero seguro que alguien conoce otros y la lista seria interminable, de algo que ¿verdaderamente se le puede llamar? ¡Pan!
Aprovechando que pasamos por semana Santa, si nos queda algo de pan “pan” duro, podemos hacer unas estupendas torrijas.
La torrija, es un dulce típico de las celebraciones de Cuaresma y Semana Santa en España Consiste en una rebanada de pan (habitualmente de varios días) que es empapada en leche o vino y, tras ser rebozada en huevo, es frita en una sartén con aceite; finalmente, se aromatiza, a gusto, con diversos ingredientes: canela o algún licor, y se endulza con miel, almíbar o azúcar.
Meterse a discutir con un español de comida, es salir perdiendo de antemano.
ResponderEliminarEs muy cierto aquelo de que: las panaderias artesanales han desaparecido y mas cierto es aquello de que las nuevas generaciones van perdiendo el gusto y ya no tendran la capacidad de distinguir; la calidad de un producto elaborado con arte de otro hecho tecnicamente.
Un abrazo Jose y aprovecho para pedirte que no hables mucho de comida en tu blog, porque a pesar de sr un gato, se me despierta el apetito cuando se habla de manjares.
Al lado de casa hay una panadería en la que se puede comprar un pan que sirve para dos días pues se mantiene blando ¿Verdad que eso es raro hoy en día?
ResponderEliminarBuenos días Don Jose, saludos coordiales desde Costa Rica. Le diré que me ha encantado este post. Y tiene razón, es una lastima que se vaya perdiendo esta costumbre de hacer pan artesenal, pan casero, mismo que personalmente me es muy gratificante, el pan indrustrial hoy en día, realmente no tiene nada que envidiarle al pancito que con amor y esmero podemos hacer en casa, mejor textura y mejor sabor., Me gusta mucho las torrijas , asi que es una buena elección para el pan que sobra. aunque no quedaría mal hacer una bruschettas con tomatito y albahaca. jejeje
ResponderEliminarUn fuerte abrazo , bendiciones para usted y los suyos y felices días santos.
Walkiria
No sabes lo muchísimo que echo de menos ese pan en horno de leña que solía comprar en un pueblecito del Valle de Amblés, en Avila, al final, solo vician y bien, de eso todo el pueblo, bueno, pueblo es decir mucho, eran cuatro casas.
ResponderEliminarSalud
Hace años que no como pan de Madrid ,ni pido una tostada en ninguna cafetería pues eso no es pan más bien poliespan,pero como la gente se come todo lo que le echan han sido los culpables de que la calidad desaparezca.
ResponderEliminarYo tanto en Madrid como en el sitio de playa como Pan de hogaza hecho en horno de madera.
En Madrid nos llega el pan de la Bañeza.
Saludos
Hace unos días un diario de tirada nacional realizó un amplio artículo sobre el pan, resumiendo venia a decir que, en las grandes ciudades comíamos un par de mierda. Aquellos que hemos tenido la suerte de comer el auténtico pan realizado con amor, el articulo llevaba toda la razón.
ResponderEliminarUn abrazo.
Torrijas uummm yummy yummy, un postre delicioso que recuerdo con nostalgia. Mi madre solía prepararlas por cuaresma junto con toda la comida típica de estas fechas. De las panaderias de pueblo lo que me gusta mucho es el rico aroma al despertarse por las mañanas.Felices Pascuas José.
ResponderEliminarYo como con frecuencia pan de pueblo, se lo compro a un valdepeñero que viene a Jaén casi todos los días y que pan, es de horno de leña echo a mano y tocado por la mano de Dios, que tostadas salen de este pan y si lo riegas con nuestro aceite no te digo nada. Un abrazo y que aproveche.
ResponderEliminarHola José, que verdad es lo que nos cuentas sobre el pan y las panaderías. Yo recuerdo ir a mi pueblo y buscar el pan tradicional y mis primos me recomendaban el pan de los famosos hornos de pan (industrial), como se van a mantener las panaderías artesanales si parece que lo nuevo es lo mejor, ¿será que cuando uno se acostumbra a lo bueno con el tiempo ya no lo sabe apreciar?, una pena.
ResponderEliminarSaludos.
Hola José, ganas me están dando de ponerme a hacer torrijas, no las como desde que las hacia mi madre,lo malo es el pan,que el que hay en casa hoy, es malisimo, gracias por pasar por mi blog
ResponderEliminarun beso
Cuanta razon tienes!!! nada que ver y te lo digo yo que soy hija y nieta de panaderos, ni siquiera el olor a pan recien hecho es el mismo.
ResponderEliminarPor cierto mi madre el viernes hizo torrijas y hasta en ellas se nota la calidad del pan.
Un abrazo
Aunque la base de los ingredientes sean los mismos para cualquier tipo de pan, ninguna máquina puede sustituir al sabor tan especial de un pan “pan” amasado con las manos y cocinado, por supuesto, a fuego lento en un horno de leña.
ResponderEliminarYo caigo bastante a menudo en la tentación de probar el nuevo pan que han creado en la panadería de turno, (me gusta probar cosas nuevas si tengo oportunidad ¡no lo niego!), pero aún ninguno de ellos ha atrapado mi paladar como lo sigue haciendo el pan “pan”.
Es curioso, pero leyendo esta entrada me acabo de dar cuenta de que cuando los fines de semana viajo a algún pueblo (de esos donde se vive con “las cosas de toda la Vida”), siempre regreso a casa con una gran hogaza de pan con la única intención de disfrutar de él durante muchos días. Este es el “souvenirs” que elijo en mis visitas domingueras porque lo considero un placer insustituible.
Yo, durante estos días de Semana Santa, con mi último pan “pan” adquirido he realizado torrijas, he hecho un flan (en mi tierra le llamamos “Pan de Calatrava”), lo he frito en taquitos para echárselo a la sopa… ¡ah! y he disfrutado como una niña rebañando con él las salsas de los platos con un total descaro.
¡Ays!, hay cosas que valen la pena seguir manteniendo a pesar del indiscutible paso del tiempo.
Un abrazo
Velvetina
Ciertamente el pan a pasado de ser la base de la alimentación para convertirse en otra cosa muchas veces indescifrable. Me niego al pan "prehorneado". Lo venden caliente en casi todos los sitios, pero se trata de un producto indefinido y congelado en una nave industrial que luego el tendero de turno lo hornea durante cinco minutos; otros cinco minutos más tarde es un chicle incomestible.
ResponderEliminarPepito: ¡Cómo me he divertido leyendo tu entrada y las respuestas de tus amigos! ¿Sabes cuáles son los dos países que más consumen pan en el mundo?: España y Chile. Te voy a contar una historia verdadera de mi niñez. Una vecina se casó y quedó embarazada. Todos nos encontrábamos en la panadería por que era la novedad. Un día, mi vecina embarazada abrió su pan y encontró una cola de ratón. Gran escándalo en un pueblo tranquilo. La señora joven habló con las mujeres mayores para saber cómo se hacía el pan en casa, incluyendo a mi madre. Resumen: La vida hogareña se hizo más atractiva no sólo para la embarazada sino para todo el barrio. Los niños esperábamos el pan de la mamá con un fervor que no he olvidado. La panadería se trasladó a otra ciudad.
ResponderEliminarUn abrazo José.
Pues yo he encontrado un pan bastante decente de esos precocinados. El pan pan va quedando solo para nuestra imaginación. Aun en el pan de pueblo las amasadoras están a la orden del día, es rarísimo el panadero que lo elabora con sus manos. En cuanto a los hornos quedan pocos de leña ¡Si es que no la hay! Aquí a las torrijas las llamamos randillas y una de las formas de elaborarlas es con el pan mojado en leche, pasado por huevo y frito añadiéndole después un caldo hecho con agua y miel. Están riquísimas.
ResponderEliminarUn abrazo desde mi mejana
amo el pan mi alimento preferido
ResponderEliminarlo amo solo o con miel y mantequila dulce
es un manjar
un beso
Aquel pan de ayer ya no existe, como tú muy bien dices. Aquellas panaderias antiguas, donde se pasaban varios hombres amasando y cociendo el pan toda una noche, en hornos de leña, que luego se vendería de mañana, han pasado a la historia, Es posible que alguna quede en algún pequeño pueblo, pero es difícil.Un abrazo.
ResponderEliminarParece que me llega el olor del pan al sacarlo del horno de leña. Este verano en Galicia disfruté de un pan delicioso. Y cuando voy a mi pueblo: PAN DE LEÑA.
ResponderEliminarSaludos.
Nuestra amiga "La gata coqueta" tiene el puntero del ratón que deja una frase, hay otros que dejan una lluvia de estrellas, y otros un reloj a su alrededor, ¿hay alguna web que permita seleccionarlos? Si me haces una firma, pues encantado.
ResponderEliminarJuan Fco. Marcelo Maeso
Un abrazo.
Cuando yo niño, el pan que se consumía en Sevilla capital, venía desde Alcalá de Guadaira a 18 Kms.
ResponderEliminarLo traían en caballería en unas angarillas especiales, que guardaban el calor y despedían un olor más rico.
Saludos, manolo
José, ¿Conoces laFERIA DE SEVILLA?
ven a mi blog y ya me dirás algo
Amigo, no se si por ser algo mayor, pero el caso es que yo si he comido el pan a que te refieres. Lo he comido en Madrid y mucho más rico en la provincia de Toledo donde vivían mis abuelos. ¡ Que rico estaba!
ResponderEliminarUn saludo
Aquí, en la Argentina, por Ley Nacional se aditiva la harina (creo que con ácido fólico u otro agregado), están prohibidos ciertos aditivos que hacen más "crocante" a la corteza del pan. Por cierto que nos caben las generales de ley en eso de que desapareció el pan de panadería artesanal (salvo por un par que conozco) en todo Buenos Aires, una conglomerado de ciudades de cerca de dieciséis millones de personas, aproximadamente.
ResponderEliminarComo -por desgracia- me he vuelto diabético, no me preocupa demasiado tal pérdida.
Es verdad Jose: tantas clases de pan, ya no sabes el pan pan, como es. Yo, no como mucho pan, por lo que me engorda, pero el pan, me gusta hasta solo.... jOSE, ME ENCANTA LA DEL MANOJO DE ROSAS... GRACIAS POR PONERLA DE FONDO... Soy una fanatica de las zarzuelas...
ResponderEliminarun abrazo
Leonor
Cierto Jose, quedan pocas panaderias artesanales que vendan ese pan "enloquecedor" para mi, que yo devoraba cuando era chica. Como usted dice, ahora a algunos solo les queda el nombre, como cambio todo! Pero alguna buena panaderia todavia queda que hace unas baguettes.... hmmm que hambre me esta dando esta conversacion y ademas esas torrijas que estan con miel, pero que delicias, señor! =)
ResponderEliminarUn abrazo.
José, es cierto que el pan, está muchas veces "descafeinado" me has hecho retroceder a mi infancia en el pueblo, cuando mi madre amasaba el pan, y lo llevaba a cocer a un horno municipal que había... me he metido en la ensoñación de los aromas que tenía no sólo el pan, también los diferentes dulces que se horneaban en él... y luego, cuando la hornera retiraba la puerta del horno, veías una cavidad enorme ( La primera vez que la vi, retrocedí asustada, porque me pareció el infierno). Ay, pero luego, era una maravilla, asomarse y oler el aroma que emanaba el pan...
ResponderEliminarNunca he vuelto a comer pan como aquel, y aquí en Madrid, hay muy buenas panaderías artesanales, y lo he comprado en muchas ocasiones, pero mi pan de pueblo, está en un rinconcito de la memoria de mi alma... y tú me lo has recordado hoy.
Gracias por esta sensación acogedora y calida de mi infancia, que estoy sintiendo, porque tú con tu entrada me la has dado vida.
Un abrazo.
Hola Jose, ya que te ofreciste, amablemente ayudarme en el blog, queria pedirte un favor, como tengo que hacer, para que salgan las actualizaciones de los blogs que sigo? como los tienes tu , quería pedírtelo por mail, pero no encuentro tu correo, gracias de antemano
ResponderEliminarun beso
José: yo hago un pan que es pan pan de verdad, del de antes, hogazas de kilo o más y además amaso a mano y le pongo levadura madre.
ResponderEliminarLa zarzuela me encanta, toda mi juventud me la pase oyendo... "La del manojo de rosas", "La revoltosa", "La Dolores", ...... y mil más. La ópera y la zarzuela son mis amores. Gracias por ponerla. Un abrazo Lola
Ay José, qué cielo eres... Y al vino, vino. Cada cosa por su nombre... A mi me encanta el pan de pueblo, el que se elabora como antaño. Con aceite y azucar, como nos lo ponían para merendar las abuelicas. Besos, amigo.
ResponderEliminar
ResponderEliminarEn cada momento
Que paso a visitarte
Me premias con...
La sonrisa de tu mirada
La melodía de tus labios
Y la poesía de tu corazón
Para festejar la amistad
Que esta enriquecida
Por la transparencia y humildad
Deseo disfrutes de un merecido descanso
En estos días del fin de semana
Un abrazo te hago llegar
Tan profundo
Como los sentimientos.
María del Carmen
Querido Joséesas Torrijas se ven deliciosas, me ha gustado mucho tu trabajo de Photoshop y las anécdotas que nos relatas por eso me gusta visitarte. He recibido un emotivo premio que quiero compartir con tigo, pues pienso lo mereces al,igual que compartir nuestra amistad bloguera, yo soy una aprendiz que mucho aprendo de personas como usted.
ResponderEliminarSu amiga, MariCarmen