Las vacunas
son una parte muy importante para el cuidado de la salud de toda la comunidad.
Ellas son las encargadas de brindar protección sobre numerosas enfermedades muy
serias. ¿Pero porque se le llama “vacuna”?
A finales
del siglo XVIII, la
viruela hacia estragos en toda Europa. Ya en la primera mitad del siglo había
causado millares de muertes en nuestro continente. Raro era encontrar a alguna
persona que no mostrara en su rostro las cicatrices, denominadas en español
clásico cacarañas (1) de haber padecido la enfermedad.
En las
comarcas rurales donde se criaba ganado vacuno, la sabia experiencia popular
conocía sin entenderlo, un hecho común entre los cuidadores de esos animales.
Las vacas padecen en la piel de sus ubres una enfermedad caracterizada por unas
pequeñas ampollas llenas de un líquido casi transparente. Las ordeñadoras se contagiaban
en su trabajo y durante unos días padecían una enfermedad similar en sus manos, acompañada de fiebre y
un malestar generalizado fácilmente soportable
todo lo cual desaparecía pronto y sin ninguna complicación. Esta enfermedad se
llamaba viruela de vaca o viruela bovina (viruela "vacuna") Lo
curioso era que aquellos ganaderos que habían sufrido la enfermedad de las
vacas no padecían luego nunca la auténtica viruela humana cuando una ola
epidémica de ésta alcanzaba sus pueblos mientras que si afectaba sus familiares
o a otros vecinos dedicados a actividades distintas del ordeño.
El hecho
estaba ahí desde hacía siglos, pero faltaba la mente humana capaz de
interpretarlo y darle una utilidad. El médico ingles Edward Jenner decidió
probar ese conocimiento empírico y tuvo la idea de inocular a una persona sana
con la viruela de las vacas para conferirle inmunidad frente a la terrible
enfermedad. El 14 de
mayo de 1796 extrajo pus de una pústula de la mano de Sarah Nelmes, una
ordeñadora que había contraído la viruela de su vaca lechera, y lo inoculó a un
saludable niño de 8 años llamado James Phipps. El pequeño desarrolló una leve
enfermedad entre el 7º y
el 9º día. Se formó una
vesícula en los puntos de inoculación, que desapareció sin la menor
complicación. El 1 de
julio, inoculó al niño con la temida viruela, pero no enfermó.
Más tarde,
en memoria de ese primer descubrimiento, Pasteur denomino "vacuna" a todos los
métodos de prevenir una enfermedad mediante el uso de gérmenes o virus, aunque
ya no procedan de la vaca ni tengan nada que ver con el procedimiento descrito
por Jenner.
(1) Cacaraña:
cada uno de los hoyos o señales que hay en el rostro de una persona, sean o no
ocasionados por la viruela.
Cacaraña, es la primera vez que escuchaba esa palabra, interesante.
ResponderEliminarSaludos
Hola querido José.
ResponderEliminarMuy interesante información amigo, lo que si he oído cuando alguíen tiene esas marcas en la cara es, "picadito de viruela" y desde luego que ese señor Edward Jenner, tuvo una buena idea y un buen invento, ahora esas enfermedades son menores comparadas con otras nuevas y menos nuevas que aparecen, hacen grandes estragos y aún nadie ha conseguido un remedio.
Un buen fin de semana y un abrazo.
Ambar
Que narices, por decirlo suavemente, tuvo el medico inglés con el pobre niño ¿Porque no se la inoculó el en el pito? :))
ResponderEliminarSalud
Ami me pasa como a Emilio: nunca había escuchado la palabra cacaraña. También desconocía el origen de la palabra "vacuna". Muy interesante e instructivo este post sobre el tema. Un abrazo desde mi mejana
ResponderEliminarCurioso lo que cuentas y la palabreja... se las trae. Todos tenemos alguna cacaraña... yo por ejemplo guardo alguna de cuando me contagiaron mis alumnos la varicela (con 25 años). Besos amigo.
ResponderEliminarMuy interesante y me hace pensar que entonces no había unos intereses creados, seguro se podría hacer muchísimo ahora, pero no interesa a los grandes industrias farfmacéuticas.
ResponderEliminarDebo de andar enojada con los bandoleros del poder, de ahí mi asociación de ideas.
¿Sabes de alguna vacuna anti-corrupción?
Besos Maestro¡¡¡ ♥♥♥
Nunca había oído esa "palabreja" así que acabo de agrandar mi vocabulario, conozco a una señora con 92 años que tiene la cara llena de cacarañas por haber padecido de viruela cuando era pequeña pero sobrevivió. Pienso sinceramente que ese doctor inglés se arriesgó demasiado con el pobre niño, tenía que haber usado ratas de laboratorio o cualquier otro animal .Saludos
ResponderEliminarQue bien te has enrrollao con la vacuna José, tú te vacunas? yo no, no lo tengo claro, por un lado parece que nos inmunizamos, por otro, que estamos siguiendo la política de intereses y en contra de nuestra salud, en fin me quedo con la cacaraña, pero te regalo la vacuna.
ResponderEliminarSalud natural, buen vino y buenas vacas!!!
Es muy interesante que nos documentes sobre el principio de esa enfermedad ,la cual creo que muchos lo desconocíamos.
ResponderEliminarTambién antes la gente se moría de cólico miserere le dieron por ponerle ese nombre, cuando en realidad era una peritonitis.
Saludos.
Gracias José, ignoraba gran parte de la información que nos regalas. Es una palabra muy peculiar "caracañas", se dice a la persona que tiene esas marcas: "cacarizo", pero gracias a ti, veo que es más correcto "cacarañado".
ResponderEliminarFuerte abrazo!
Recuerdo que de muy jovencito, en el instituto, aprendí de dónde viene lo de llamarle vacuna, pero es la primera vez que oigo el término "cacaraña". Todos los días aprendemos algo.
ResponderEliminarUn abrazo.
Creo que a todos nos ha sorprendido la palabreja. Cuanto tenemos que agradecer a los luchadores de la investigación. Los grandes curiosones de la vida.
ResponderEliminarUna entrada muy interesante y un nuevo término que hemos aprendido con esa cacaraña de la que nunca escuche hablar hasta hoy. Un fuerte abrazo.
ResponderEliminarGracias, no lo sabia, eres grande. un abrazo
ResponderEliminarMuy interesante y un tanto curiosa la historia de las vacunas.
ResponderEliminarGracias por el trabajo.
saludos
Mavi
Que interesante, mi papá me había explicado algo, per este historia es muy precisa y fácil de comprender. No sabia lo de caracaña.
ResponderEliminarAbrazos
¡Hola,José! Me has instruido favorablemente:1º)Como tod@s,desconocía la palabra.2º) Me ha dado últimamente por anotar toda aquella nueva palabra para ampliar mi vocabulario y 3º) Sabía de la vacuna a partir de Pasteur,pero nada más."Nunca te acostarás sin saber una cosa más".Gracias por ello y encantada como siempre de leerte.
ResponderEliminarUn abrazo.
Muy cierto mi estimado amigo, que mas que un aprendiz usted es todo un maestro, porque siempre que vengo aprendo algo interesante, gracias por ello y gracias por los muchos buenos momentos que disfrute en su blog durante este año, espero que el próximo le traiga muchas nuevas satisfacciones y sobre todo, salud y alegría por montones. Hasta pronto.
ResponderEliminarGracias Amigo José por ampliar mis conocimientos.
ResponderEliminarTengo desde niño dos cacarañas en mi brazo izquierdo, muy cerca del hombro, precisamente de vacuna contra la viruela.
Saludos, manolo
Buenos días José yo también desconocia la palabra "cacaraña" al pronunciarla atribuyo su procedencia como gallega, muy interesante tu tema sobre las vacunas, un tema que no deberia de memar jamás en cuestión de recortes, en la ciencia y en la investigación como en el resto de casos que afectan a la integridad y la salud de las personas deberia de ser una puerta siempre abierta a la esperanza.
ResponderEliminarFeliz fin de semana, un abrazo Pilar
Buenas noches José, muy interesante tu estrada, hoy he aprendido el origen de las vacunas gracias por compartirlo con todos, por cierto es la primera vez que oigo la palabra cacarañas.
ResponderEliminarUn abrazo y ¡¡FELIZ NAVIDAD!!.