En un colegio público bilingüe de la localidad donde vivo, a
propuesta de la Profesora, se desarrolló una actividad entre niños de diez años en un aula de
primaria de segundo ciclo 4º. Se trataba de escribir un cuento en inglés con
ciertas normas (escritura, tema y, nivel de inglés) con ilustraciones o dibujos,
participación voluntaria. Transcurridos unos días se
presentan los cuentos en clase, dándose un tiempo determinado para que los lean
los alumnos, pasado dicho tiempo se procede a la votación, entre los propios
compañeros, para elegir los tres primeros mejor valorados. Podía no haber sido
así (también contaba la imaginación y fantasía), pero como se podía esperar,
los tres primeros coinciden con los mejores de la calificación global en los
estudios. La clasificación quedó de la siguiente manera: la primera 12 votos,
el segundo 11, y el tercero 6.
Bueno, tengo que decir que el segundo es mi nieto, aunque
ese no es el sentido de este escrito, puede que un poco sí, pero por la incomprensible
experiencia por la que estaba pasando. Lo que él no comprendía y a mí me llamó
la atención, es ver cómo entienden algunos niños la competición y la
deportividad desde muy corta edad, en esta ocasión era cultural y educativa
pero no puntuaba en las notas escolares.
El caso es que, al saber los resultados de la votación los
dos primeros se abrazaron para celebrarlo y cuando fueron a abrazar
deportivamente al tercer compañero este los rechazo y quedó sentado en su
silla, serio y malhumorado. Al día siguiente y durante unos días mas, ni hablaba ni
jugaba con ellos en el recreo. Estos dos niños no lo entendían, ellos no se
consideraban culpables de nada (así me lo decía mi nieto). Algo no ha entendido
bien ese tercer niño o tiene un mal enfoque de lo que es la competición, los culpables
de su clasificación, no son los ganadores. Creo que posteriormente así se lo
hizo ver la Profesora. Ella en su momento también votó, y su voto no fue un
voto de calidad sino de compensación: si daba su voto a la primera no tenía
sentido puesto que daba lo mismo ganar por un punto más que por dos, si votaba
por el segundo se producía un empate, decidió hacerlo por el tercero en
reconocimiento a su participación.
Que conclusión deben sacar los niños de esta experiencia. Que competir es ganar o no ganar, pero nunca perder y, siempre aprender.
Ha transcurrido un tiempo de esto y, a día de hoy, los niños hacen lo que mejor saben hacer ¡jugar todos juntos y como amigos!
.
Hace unos días puse en mi blog, que para ganar hay que saber perder, y seguramente ese niños, en su casa, sus padres solo le enseñaran a competir ganando, luego tenemos en los estadios de fútbol lo que desgraciadamente vemos.
ResponderEliminarSaludos
Llegará un día en que en lugar de hacer competiciones, enseñemos a los niños a compartir y los juegos sean en equipo, destacando luego de cada grupo todo lo bueno que ha conseguido, sin comparar con otros .
ResponderEliminarY creo que ese es el futuro, enseñar a los niños, desde pequeños, a trabajar en equipo, si queremos un mañana decente y productivo.
Si hablamos de competición, en cualquier terreno, siempre estamos hablando de una especie de lucha por obtener un objetivo.
ResponderEliminarEn este caso ganar.
Desde pequeños nos enseñan, incluso en las escuelas, a competir a ser "mejor" que tu compañero.
Otra cosa es si hablamos de deportividad y de saber aceptar que no siempre se gana y que por eso nadie es más ni menos.
Que no tienes por qué gustar a todo el mundo (en este caso el relato de menor puntuación) pero que eso no tiene mayor importancia.
Si queremos "ganar" tenemos que saber que tendremos que "competir" y que ello conllevará la posibilidad de que alguien sepa "competir" mejor.
Tendremos que saber "perder con deportividad", sin enfados.
Pero si queremos ganar en la vida, tendremos que aprender a dejar la mera competición de poder y victoria, a ser nosotros seamos, aparentemente, mejores o peores.
Difícil aprendizaje y más para un niño que está aprendiendo ......¿Quien le enseñará? ¿Otros competidores?
Un saludo.
Deberían enseñar con insistencia tanto los padres cómo los profesores que el objetivo de cualquier juego o cómo en este caso de escribir un cuento no es el de ganar si no el de participar con los compañeros para divertirse y a la vez aprender......lo de ganar es secundario, lo verdaderamente importante es colaborar y compartir con los compañeros en cualquier competencia.Saludos cordiales
ResponderEliminarLos primeros que deben aprender esa lección son los padres. Quizás debido a ello ese niño no entendió la situación. Y también debemos comprender que en suntos no medibles cuatitativamente, como en el caso que nos ocupa, los resultados son subjetivos y por tanto debemos aceptarlos aunque nos parezcan absurdos. Un saludo
ResponderEliminarPienso que de todos quedar el tercero no es mal lugar, al contraeio debe de sentirse orgulloso, pero un nniño nunca pensara como un adulto
ResponderEliminarQue no ser el primera fastidia al niño y cualquier competidor adultoComo ultimo hay enseñar a perder
UN ABRAZO Y FELICIDADES A TU NIETO
Espero por su bien que entienda en profundidad el tema cuanto antes, de lo contrario lo va a pasar mal y se lo va a hacer pasar mal a la gente de su entorno.
ResponderEliminarSalud
Es difícil aprender a perder, pero se logra con múltiples descalabros en el proceso de la vida. Y aprender a ganar todaviía es más difícil, pues se suele perder la humildad. Mantener el equilibrio en las competencias, requeire mucho trabajo interior. Lo bueno que los niños pronto vuelven a jugar juntos sin rencores.
ResponderEliminarUn abrazo fuerte.
José, un tema muy interesante, contado con sencillez y sentido de buena convivencia .
ResponderEliminarLos niños suelen ser egoístas y vanidosos desde pequeños porque les llegan esos comportamientos a través de los medios, sobre todo la TV, pero profesores y, sobre todo, los padres, deben educarlos en la participación solidaria y, creo que muchos padres fomentan en sus hijos malas conductas.
Un abrazo, José. Me gustan tus temas.
Bueno, en primer lugar felicidades por ese segundo puesto de tú nieto.
ResponderEliminarSiempre se ha dicho que lo interesante es participar ,aunque el que pierde muchas veces no lo logra asimilar. Y este tercer puesto lo confirma ¿Por qué se comportó así ? el entorno familiar puede ser.
Saludos
Enhorabuena para tu nieto y para ti, y mucho cariño para ese tercer premiado que entiendo puede que sea lo que necesite.
ResponderEliminarBesos muchos,
tRamos
lo mejor de una competencia deportiva es que aprendes a valorar tu capacidad... compites contra ti y lo demás es el plus...
ResponderEliminar:)
los niños son muy inteligentes siempre es bueno hasta compartir los triunfos y hasta reconocerlos está en nosotros apoyarlos que lo comprendan
Los niños son solo niños, la actitud del tercero ha de estar influenciada por la actitud de sus padres en una educación equivocada. Lo importante es participar y dar todo lo que seas capaz. He pertenecido a dispersas APAS en los estudios de mis hijos, y he conocido casos de niños/as realmente presionados por sus padres en exigencias que no podían dar, y los mantenían frustrados. Enhorabuena por tu nieto.
ResponderEliminarLos niños quieren ser los primeros en todo, muchos de ellos se esfuerzan en hacer esas cosas, y después no entienden que no sean votados como según ellos corresponde. Se enfadan con el mundo sin darse cuenta que participar no es competir, pero también depende el esfuerzo que han hecho, pero los niños son niños. Me ha gustado tu escrito. Un abrazo.
ResponderEliminarMuy Bueno tu Relato Real, sobre la competición en Clase de Redacción.
ResponderEliminarAparte de lo Didáctico, esa "Competición" les sirve para aprender a Valorar y saber encajar la puntuación.
Me ha gustado leerte y Felicito a tu Nieto.
manolo
Por favor José, podrías asesorar a Airblue, del Blog de Sueños de Aire Azul, sobre como poder quitar las "Pruebas de que no es un Robot en los Comentarios de su Blog"
Gracias anticipadas de manolol
Enhorabuena por tu nieto José!! Los niños a veces les resulta incomprensible entender que unos ganan y otros pierden, son los padres y profesores los que se lo hacen entender y que lo importante es poner el granito de arena.
ResponderEliminarUn abrazo.
José: Lo conseguí cambiando la forma de los comentarios. Parece que solo pasa en los que tenemos la "ventana emergente".
ResponderEliminarUn abrazo y gracias por todo.
Hola, José
ResponderEliminarEn las competiciones las expectativas de los niños superan la realidad. Por lo general los resultados son directamente proporcionales al esfuerzo realizado y veo que el nene tiene una magnífica profesora que le ha hecho entender que no siempre se gana.
¡Ah! Y felicitaciones por el nietecito inteligente.
Deseo que pases una semana alegre y en paz
AMigo José, tocas un tema diría yo filosófico, es innato en el hombre desde niño el ser competitivo, luchar por la supervivencia, lo llevamos en los genes, otra cosa es el saberlo disimular y aceptarlo, a nadie le gusta perder.
ResponderEliminarUn abrazo