martes, 5 de abril de 2016

El que busca respuestas sin preguntas



Él se creía perfecto; físicamente impecable, en plenas facultades mentales, intachable comportamiento social,  ético y coherente, colmado de virtudes morales, idealista, optimista, alegre y extrovertido, impoluto, inmaculado, exento de errores. Con planes infalibles, grandes motivaciones, magníficos proyectos, actuaciones en distintas áreas de la vida humana: estabilidad económica, tolerancia política, amplias coberturas sociales, unidad religiosa, accesibilidad educativa, innovación tecnológica, protección ecológica y ambiental…sueños, sueños en busca del conocimiento, sueños imposibles, metas inalcanzables ¿utopías?

Él en sí mismo era utópico. "El que no está en ningún lugar"



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