martes, 22 de noviembre de 2011

No se trata de ser fatalista o negativo




No se trata de ser fatalista o negativo es constatar una realidad, no se puede generalizar, pero  en una gran mayoría de casos ocurre que, ser bueno es igual a tonto y ser agresivo y prepotente es sinónimo de eficacia y liderazgo.
Durante el transcurso de mi vida he tenido ocasiones de ver y vivir casos que me han confirmado lo dicho anteriormente. Lo que expongo a continuación está exento de cualquier atisbo de resquemor o despecho.
Nacido en plena guerra, me crie en una posguerra dura con hambre y necesidades, había que reconstruir todo y se empezaba a trabajar a edades que se debería estar jugando.
Primer caso:
Con trece años comienzo mi primer trabajo en una cristalería junto con otro chico de mi edad. Un día estábamos limpiando y barriendo un almacén con cristales apilados encima de unas bancadas, yo por un lado le daba la espalda al otro aprendiz que barría por el otro extremo. En esto se oye un estruendoso ¡criiik crak! de cristales rotos, vuelvo la cabeza y veo todas filas de cristales hechas pedazos por el suelo y oigo al otro muchacho que exclama ¡¡qué has hecho!!  Yo estaba mudo del susto, todos los demás incluidos el patrón oyeron esta exclamación y de esta manera aunque más tarde intente explicar que yo no había sido, el otro con su rápida reacción en la acusación había logrado que recayera sobre mí la culpabilidad sin ninguna posibilidad de defensa pues todo lo que yo dijera parecía una excusa.
Tenía que haber aprendido algo?  Del oficio no aprendí mucho pues me tuve que marchar, pero de la acción astuta y ruin del aquel casi un niño, tampoco, pues no fui  capaz de asimilar y comprender a mi corta edad el alcance de aquella maniobra que a él le sirvió para seguir en el trabajo y yo tuve que dejarlo.
Otro caso:

Con quince años, mi siguiente trabajo es en un taller de metalurgia, todavía de aprendiz pues  era lo que había en aquel entonces, también junto con otro chaval. La paga es escasa, casi simbólica, no dando nada más que para aportar algo a casa para la comida de subsistencia. En esta situación, los juguetes eran los que te podías crear con tus propios medios, una lata o una caja de cartón atadas con una cuerda y mucha imaginación solía ser un buen juguete. Pues bien, un buen día en un solar o descampado me encuentro un revolver plateado medio roto le falta las “cachas” de la empuñadura y algunos trocitos del cañón, pero tenía un resorte que apretando con el dedo, se abría el “tambor” donde se introducen las balas. Era el mejor juguete que había tenido en mi vida, así que loco de contento y jugando con el me dirigí al taller donde lo enseñe a mi compañero que me lo pidió para verlo y estuvimos jugando un rato hasta la entrada al trabajo. Durante la jornada laborar guardo mi preciado juguete en un cajón del banco de trabajo para recogerlo al finalizar y llevármelo a casa. Llega la hora de la salida y voy a recogerlo, mi sorpresa fue al abrir el cajón y ver que no estaba mi juguete, me quedé pálido y paralizado, reaccioné y voy a preguntar al otro aprendiz si sabe algo de mi pistola,  me dice que no, casi con lágrimas en los ojos le comenté que podía haber sido el oficial o maestro taller que la hubiera retirado y que más tarde me daría una explicación, en esto en un movimiento que hace el muchacho  se le abre la chaquetilla  y veo metida entre el cinturón del pantalón mi plateada pistola ¡la tienes tú! dámela es mía, me dice que no me la da y me lanzo a por él para recupérala, me suelta un puñetazo y nos enzarzamos en una pelea, con el forcejeo empujamos unas botellas de gas que se usan para la soldadura de poco más de un metro de altura, se balancean y están a punto de caer con el consiguiente peligro de explosionó si la botella cae y se golpea, me abrazo a ellas para sujetarlas, mientras el otro dándome un último puñetazo en la espalda salió corriendo y se fue. Parte de esto lo vio el encargado por la cristalera de la oficina, salió, y la broca fue tremenda, seguidamente me dijo que me fuera, y no volviera a trabajar allí.
Aprendí algo de esto ¿…? Mi sentido de la responsabilidad me hizo atender el peligro, de lo cual se aprovechó el otro para quedarse impunemente con algo que no era suyo, y yo sin trabajo. Más tarde supe que él siguió trabajando allí.
Siguiente caso
Pasado un tiempo, encuentro trabajo en una fábrica como mecánico ajustador, empezando por el escalafón inferior, es un trabajo que me gusta y poco a poco voy ascendiendo según méritos, siendo reconocido por mis jefes y respetado por mis compañeros. Por todos menos por uno, de lo que me doy cuenta tarde pues mi carácter confiado no me deja sospechar nada. Este, tiene un defecto físico, complejos no superados, resquemores, envidias y manías persecutorias, por tanto un tipo con mal carácter y agresivo, este individuo de gran fortaleza física, un día en una discusión con otro compañero terminó dándole una brutal paliza, sin más consecuencias que un día de suspensión de empleo y sueldo, es por eso que en lo sucesivo todos le temen y evitan. Esta persona y yo trabajamos en la misma sección codo con codo y por mi carácter confiado nuca pensé que pudiera hacer lo que estaba haciendo y es que ideas e innovaciones técnicas para mejorar la producción que eran de mi creación las presentaba al ingeniero jefe como suyas convirtiéndose en un “trepa” hasta ser ascendido a jefe de equipo. Mis compañeros a pesar de que algunos sabían las maniobras quedaron asombrados pues todos entendía que ese puesto debería ser para mí. Sin en cambio yo no lo ambicionaba pues no me veía con la responsabilidad de dar órdenes a mis compañeros. Esta mala persona aprovechó su posición para venganzas y represalias y a mí en particular me hizo daño con infinidad de malas acciones en el transcurso de muchos años y aunque lo intento jamás pudo destruir mi reputación humana y profesional manifiestamente reconocida por mis jefes y clientes.
Aprendí algo? En este caso de la profesión si pues logre una formación adecuada para mantener un puesto de trabajo con dignidad, y una posición económica justa para poder crear una familia. Pero con respecto al comportamiento humano, siempre he tenido problemas por no poder practicar lo que la vida me estaba enseñando, dado los principios morales y éticos que mi familia me inculco, basados  en las siguientes normas, el respeto a los demás, ser trabajador y honrado, compañero, amigo, y solidario, y aunque hubiera querido comportarme de otra manera, no he podido, pues hay que tener predisposición o nacer con esa condición.
Lo único que tengo claro es. Que la vida es como es, no como debería ser…y me quedé en el pelotón de los tontos.                        

23 comentarios:

  1. Parece que no has tenido mucha suerte con algunos compañero de trabajo, por suerte no todos era así ¿verdad?.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  2. José tuvo que ser un estruendo, como para salir corriendo.

    Aprenderías a no dejarte inculpar, pero no a hacerlo tu, por que esto último, el tener mala láctea, eso se nace y tu has tenido la suerte de ser un tío estupendo.

    ResponderEliminar
  3. Perdona que te contradiga; no en el pelotón de los tontos, sino de los honestos.

    ResponderEliminar
  4. En ese pelotón estamos incluidos bastantes, los que no hemos sabido hacer la pelota y los que no hemos tenido valor para subir escaños pisando a los demás. Si te digo la verdad nunca me he arrepentido de ello. Un saludo

    ResponderEliminar
  5. Si, es un caso de los muchos que se viven en las grandes y pequeñas empresas.

    Si empezase a contar algunos casos no terminaba,pero al final el que mal anda mal acaba.

    ResponderEliminar
  6. Al leer tus experiencias laborales me he identificado con ellas pues yo también he tenido que soportar a "compañeros" trepas que han hecho todo lo posible para fastidiarme hasta tal punto que tuve que renunciar a mi trabajo trás 21 años y medio porque ya no podía más con esa carga que casi me hace enfermar gravemente.......no estás en el pelotón de los tontos, estás en el mismo pelotón de tantos cómo tu y yo que hemos sufrido la persecución de unos personajes totalmente deshonestos y con una gran ambición por subir arriba a costa de quien sea y de lo que sea..

    ResponderEliminar
  7. Efectivamente José, has tenido malas experiencias y lo siento porque eso te hace llegar a pensar que la generalidad de la gente es mala.
    Somos de la misma quinta, los dos, hijos de la guerra civil. Yo anterior a tí pues tenía dos años y medio cuando empezó la guerra , esa guerra que de una manera u otra nos marcó a todos los de esa época. Un saludo Lola

    ResponderEliminar
  8. Jose me hicite recordar muchas cosas, 1 incaptaz de sortar a esas personas. 2
    mi padre estuvo en la guerra 3 igual que tu hablas de la guerra yo hablo mi oficialia solo habia una en españa y eran de S-F.no tengo problemas, pero era internado, estaba prohibido el usted, se diringirme a usted, pero si piden tu, uyyyyyyyyy que alegria, me costo pero a prendi. un abrazo

    ResponderEliminar
  9. El mundo laboral es muy competitivo.

    Actualmente, se habla mucho de trabajo en equipo pero son pocos los que entienden lo que esto significa.

    José: recibiste el mail por los gifs?

    Saludos cordiales.

    ResponderEliminar
  10. Amigo José, hay mucha gente en este mundo que ha escalado en el trabajo, pisoteando al primero que se ponga por delante. Y también hay mucha gente a quién le gusta le doren la "píldora". De tales sujetos nacen estos Jefes. Un abrazo.

    ResponderEliminar
  11. Me parece que si has aprendido mucho de todas esas experiencias.
    El ser honrado y honesto te ha merecido la pena humanamente a que sí ? Un abrazo

    ResponderEliminar
  12. lamentablemente querido amigo hoy sigue ocurriendo lo mismo son mejor vistos y más remunerados los chivatos y los lamecul..... que los que en verdad realizan a la perfección su trabajo.
    Pero sabes que te digo que allá ellos con su conciencia.
    Besinos miles de esta amiga asturiana que te desea feliz inicio de semana.

    ResponderEliminar
  13. Duro pero verdadero, se trataba de seguir adelante aún a costa de sacrificar al compañero. Creo que muchos hemos vivido estas cosas. Yo soy algo más joven pero con nueve años ya deje la escuela y me puse a trabajar y he pasado por momentos tristes de burlas abuso por ser pequeño y no poder ni tan siquiera llorar y desahogarte como hace cualquier niño cuando esta triste o le pasa algo por que si llorabas eras un mierda que no servias para nada.
    Por suerte los niños hoy pueden disfrutar su niñez y el amor de la familia que los mima y le ayuda a crecer de una manera dulce y sin problemas. Ya ves amigo José me he puesto un poco melancólico recordando esa niñez sin juegos ni juguetes, pero bueno seo nos hizo fuertes y ahora damos a nuestros hijos y nietos todo lo mejor que podemos darle cariño y cuidados.
    Enhorabuena por el relato y gracias por compartirlo con otros niños currantes de aquella época.
    Un fuerte abrazo.

    ResponderEliminar
  14. Ciertamente es muy duro lo que cuentas José, porque por la picardía ruin de un chaval, perdiste tu trabajo, pero cuando nos ocurren sucesos que nos ponen hasta muros de hormigón, siempre salimos más fortalecidos y nos hacemos mejores personas... tú lo sabes si miras en el fondo de tu alma, es así.

    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  15. José: lamento que tuvieras esta mala experiencia... porque eso, marca.
    Yo soy del año 30, o sea que con mas vivido que vosotros, empecé a trabajar a los 12 años, pero no tube tan mala suerte como tu, José.

    Me trataron bien, y solo en un trabajo, me pusieron la zancadilla. Encontré a buenas personas. No te pongas en el pelotón de los tontos, por favor.
    Un abrazo
    Leonor

    ResponderEliminar
  16. Hola José:
    Es verdad que se aprende a base de tropezones y no debería ser así. Hay un libro de Álvaro de la Iglesia titulado "Solo se mueren los tontos" y mi padre decía que en esta vida había que ser un poco cabrito y borde para que no te pisen, pero hay que valer para ello, prefiero pecar de ingenua aunque luego me ocurra lo que te pasó a ti, las buenas personas nunca cambian, no saben trepar, ni pisar, ni poner zancadillas, ni ir de tira levitas. Las buenas personas tienen la suerte de ser honradas y se acuestan por la noche con la conciencia tranquila.

    Estoy mejor, amigo, esperando que el resultado sea positivo y me den el alta.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  17. José:

    Paso a saludarte y a agradecer tus claras orientaciones y sugerencias sobre los gifs y plantillas de blog.

    Gracias por la consideración y el tiempo.

    Mis afectuosos saludos.

    ResponderEliminar
  18. A mi me lo han dicho a la cara mas de una vez dudando de que fuera bueno y pensando que mas bien era tonto, pero yo he seguido por la vida con los principios de honestidad y honradez que me inculcaron mis padres, y aunque como a ti, me ha pasado de todo, en realidad,no me quejo, soy razonablemente feliz.
    Prefiero que piensen que soy tonto (Quien sabe, a lo mejor tienen razón...jajaja)
    Salud

    ResponderEliminar
  19. Cuanta razón tienes José y me alegro mucho de conocer gente buena y honesta como tu, que por fortuna también existen.

    Saludos.

    ResponderEliminar
  20. Hoy no quiero colocar,
    en vuestro blog un comento,
    solo os quiero desear,
    felicidades sin cuento.

    ResponderEliminar
  21. José, hecho de menos dos cosas, que espero sea por estar con otros asuntos .....Familia, viaje, etc.

    Espero nueva Entrada y espero tu visita por mi blog.

    Sigue todo bien?

    Saludos, manolo

    ResponderEliminar
  22. Estimado José, ser honesto siempre es recompensado, la vida es justa. Sus compañeros se quedaron barríendo y recogiendo vidríos, usted tuvo la oportunidad de progresar y aprendió de la vida sus experiencias y retrospectivas.
    Me han sucedido cosas parecidas, no he acumulado dinero pero si un sincero aprecio y eso nadie lo puede comprar.

    Siempre es mejor ser una buena persona, me alegra leer sus vivencias, Dios lo bendiga!

    MariCarmen

    ResponderEliminar
  23. Es preferible aunque duelan esas lecciones de la maldad de otros seres, a que la maldad se hiciera contigo, me alegro infinito que aún habiendo pasado por pruebas, tu elección sea la HONESTIDAD, lo cual te honra y magnifica,

    Besos fuertes ♥♥♥

    ResponderEliminar

Gracias por tu comentario